Entré con muchas ganas en esta historia que me prometía una perspectiva distinta e interesante del personaje y lo que recibí me dejó un poco decepcionado. Otro cómic que me deja a medias.
A ver, vayamos por partes. Esta es la historia de como Daredevil es denunciado por daños a la propiedad, lo cual plantea automáticamente un debate sobre la moralidad de sus actos y los medios con los que lucha contra la injusticia. Esto funciona durante los cinco primeros números, planteando una bastante notable intriga de misterio y movimiento judiciales. Matt teniendo que enfrentarse a su alter ego en juicio es una idea muy jugosa que el cómic sabe aprovechar dando lugar a escenas tensas. Esto sumado a la presión ejercida por su cliente, el estricto juez del caso, su nueva ayudante y el misterioso sujeto que pretende inculparle le da a todo una atmósfera de película de detectives muy satisfactorio.
El problema llega en el último capítulo, cuando al fin se revela la identidad de aquel que intentaba que detuvieran a Daredevil. En una trama que trata sobre el papel de los vigilantes en nuestra sociedad (mención especial a Jameson proponiendo la instauración de una ley que los controle, premonizando la Civil War) esperaba que el villano tuviera algo que ver con este tema o el tema de la opinión pública. Sin embargo me decepcionó mucho saber que no era así.
Para concluir debo decir que he leído este cómic con sumo gusto y lo recomiendo, pero os advierto de que el final puede que no cubra todas vuestras expectativas.
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